
KAZUYA SAKAI. LA PINTURA DESDE EL ESPÍRITU DE LA MÚSICA
MACBA – Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires presentó la exposición temporaria Kazuya Sakai. La Pintura desde el Espíritu de la Música, con una selección de pinturas provenientes de diez colecciones distintas, incluyendo la obra Homenaje a Kōrin Serie II. N° 11 (Olas rojas en Matsushima), perteneciente a la colección permanente del museo.
Kazuya Sakai nace en Buenos Aires en el seno de una familia japonesa. A comienzos de los años cincuenta comienza a pintar como autodidacta, mientras trabaja en la difusión de la cultura japonesa en Buenos Aires dictando conferencias, ejerciendo la docencia y haciendo traducciones. Las primeras obras de Sakai se inscriben dentro de la corriente de la abstracción geométrica, y se vincula con el grupo de artistas concretos locales. Lentamente comienza a incorporar signos caligráficos en sus obras, relacionados con la formación que recibiera en Japón y que lo adscriben al movimiento informalista.
Su estadía en Nueva York a comienzos de los años sesenta, marca un cambio en su producción. Toma contacto con el pop art y la abstracción postpictórica, en un contexto artístico también interesado en las filosofías y culturas orientales. Pero la influencia principal, que lo acompañaría toda la vida, surge del contacto con la música contemporánea. A principios de la década de los setenta se establece en la ciudad de México, donde empieza a desarrollar una rigurosa estética geométrica. Hacia 1973, Sakai toma la obra del maestro japonés Ogata Kōrin (1658-1716), y a partir de su estudio e interpretación comienzan a aparecer en su pintura las características bandas paralelas y ondulantes que transitan sobre grandes planos de color, saturados y brillantes.
Curada por Rodrigo Alonso, la exposición se centró en un período singular del artista argentino-japonés caracterizado por homenajes a músicos contemporáneos y de vanguardia. Las obras realizadas durante este período de los años setenta están basadas en temas y procedimientos cercanos a la música experimental, y especialmente al jazz. Según Alonso, “Una parte importante de estas pinturas se caracteriza por la utilización de colores planos y vibrantes, combinados con una precisión notable, y encauzados en líneas paralelas que atraviesan las telas en direcciones estrictamente ortogonales, aunque interrumpidas con frecuencia por giros circulares que modifican su trayectoria. En ellas desaparecen por completo las marcas de su pasado informalista; ya no hay manchas, texturas ni pinceladas, sino superficies lisas, rígidamente estructuradas, vaciadas de todo rastro de subjetividad”.
El curador abrió el diálogo y se preguntó por el tipo de representación tan ordenada que elige Sakai para abordar corrientes musicales caracterizadas por la indeterminación y la espontaneidad. “Como en el jazz, donde el ejecutante improvisa sobre la base de una estructura rítmica (por mínima que sea), la asimetría de los círculos sobre el plano sólido y constante del fondo pareciera mentar la espontaneidad controlada, libre y al mismo tiempo contenida, de este género musical”.
En su ensayo curatorial, Rodrigo Alonso elaboró estas ideas, estableciendo vínculos con los universos sonoros, filosóficos y artísticos que nutrieron al artista. El texto en versión bilingüe fue incluido en el catálogo que acompaña las reproducciones de las obras exhibidas.
Kazuya Sakai. La Pintura desde el Espíritu de la Música fue la exposición que acompañó los festejos por el primer aniversario de la existencia de MACBA, el 1° de septiembre de 2013.
Rodrigo Alonso. Licenciado en Artes (UBA), especializado en arte contemporáneo y nuevos medios, teórico e investigador en el campo del arte tecnológico de América Latina. Ha publicado numerosos ensayos y libros sobre el tema, y escribe regularmente en diarios, revistas de arte y catálogos. Como curador independiente organizó exposiciones en instituciones internacionales; entre las que se encuentran: Pop, realismos y política. Brasil/Argentina. 1960s (Fundación Proa, Buenos Aires, Argentina; Museo Oscar Niemeyer, Curitiba, Brasil; GAMEC, Bérgamo, Italia, 2012-2013, con Paulo Herkenhoff), Arqueologías a destiempo (Galería Gabriela Mistral, Santiago de Chile, 2012), Situating No-Land (Slought Foundation, Philadelphia, USA, 2011), Tales of Resistance and Change (Frankfurter Kunstverein, Frankfurt, 2010). En 2011 fue curador del Pabellón Argentino en la 54° Bienal de Venecia. Es también profesor de programas de grado y postgrado en universidades de Argentina, América Latina y Europa, y jurado y asesor de premios y fundaciones internacionales.
